lunes, 21 de mayo de 2007

Lágrimas

Veo caer la lluvia por la ventana, las gotas empapando el cristal, resbalando, uniéndose unas con otras, jugando, como si hicieran el amor. El cristal se empaña con mi respiración, como un telón que se cerrara al acabar una función de teatro. Pero volviendo a abrirse lentamente, para mostrar el final verdadero, el epílogo de la obra.

Veo caer la lluvia por la ventana, como las lágrimas de los ángeles. De las hadas, que tumbadas en las grises nubes, lloran. Son lágrimas de dolor, de alegría melancólicas; lagrimas de miedo y lagrimas de amor. Todas y cada una son diferentes en su esencia, cada una es un universo y tiene una única razón de ser, un significado.

Porque se puede llorar por mil causas, pero siempre, la causa primera y ultima, el Alfa y el Omega de cada lágrima, es un sentimiento. El dolor de perder a alguien amado, la alegría del nacimiento de un hijo, la tristeza de verle marchar… Se puede llorar de risa y se puede llorar de amor.

Y de desamor

Veo caer las lágrimas por la ventana, empapando el cristal, resbalando… Y yo no puedo llorar. Llueve fuera del cristal, en la calle, y llueve dentro de mí. Pero las lágrimas no empapan mi cara, no resbalan ni se unen jugando como si hicieran el amor. El mismo cristal que no deja entrar las lágrimas en mi habitación, no deja salir las lágrimas de mi alma. Se llora por los sentimientos, pero si los malos sentimientos de hacen fuertes, las lágrimas se acumulan, te empapan el alma, te encharcan el corazón, inundan todo tu ser. Y si no pueden salir, al final, revientas, como una presa; te desbordas como un río tras una tempestad.

Ahora, mientras caigo con la lluvia, soy como una lágrima empapando aquel cristal, uniéndome a otras gotas, jugando con ellas, como si hiciéramos el amor. El cristal se ha desempañado, el telón se ha vuelto a abrir para mostrar el final verdadero. El epílogo de la obra. El Fin.

Muy bonito Alvaro!

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